Aprovechando que tenemos esta ventana de comunicación a través de nuestro blog, hoy me gustaría contaros nuestros comienzos con un poco más de detalle.

Iria y yo hemos tenido vidas muy diferentes y, al mismo tiempo, muy parecidas.

Las dos somos madres, hemos vivido más de una década en diferentes países y las dos nos hemos ido reinventando allá donde cayéramos hasta que el destino nos pone en la misma ciudad, al mismo tiempo. Y no sólo en la misma ciudad, si no en la misma calle, ¡mismo edificio! Obviamente estábamos destinadas no sólo a conocernos, si no a hacernos amigas. Con tanto en común, con experiencias y anécdotas que nos han hecho reír y llorar mientras los que estaban a nuestro alrededor nos miraban como a extraterrestres, nos dimos cuenta de que tenemos una manera de ver la vida muy parecida.

En nuestras conversaciones un tema recurrente era el medio ambiente, el planeta en general, las repercusiones que tiene el deterioro evidente de su salud y en concreto, las repercusiones en las vidas de nuestros hijos. Queríamos iniciar un proyecto juntas que uniera nuestros conocimientos y experiencias, pero que fuera también algo ilusionante, que nos apasionara. Observando nuestro entorno, analizando rutinas y lo que se mueve en lo cotidiano nos fijamos en el sector de la limpieza. Y así, de algo tan simple nació Qarma.

Os prometo que no estamos obsesionadas con la limpieza (bueno, un poco…) pero lo que nos mueve es hacer una diferencia en el problema global que tenemos con el plástico y Qarma es nuestra manera de hacerlo.

Vimos la oportunidad de crear una línea de productos seguros, que no solo reducen drásticamente la cantidad de plástico de un solo uso en los armarios de la limpieza, si no que además llegan directamente al consumidor. Vemos una industria gigante (de productos para la limpieza de los hogares) que continua apostando por los  envases de plástico de un solo uso para su creciente e innecesaria colección de productos. Al mismo tiempo, esta industria no parece tener ninguna prisa por reducir el transporte de todas esas toneladas de plástico alrededor del mundo con el consiguiente impacto negativo en el planeta.

Para nosotras esta situación nos supuso una invitación a involucrarnos y hacer nuestra pequeña revolución medioambiental. De esta forma comenzó nuestra locura particular para investigar y aprender todo lo posible sobre productos de limpieza, las opciones ecológicas disponibles, sus ingredientes, qué y cómo se hacía en otros países, qué nos hacía falta en nuestras casas, lo que verdaderamente utilizábamos, qué hacían nuestras abuelas, qué era lo que nos sobraba, reglamentaciones varias y mucho más.

El objetivo era poder hacer una limpieza del hogar sostenible, pero eficiente, con productos que funcionaran de verdad. No sabíamos a dónde nos llevaría la idea, y ponerse a descifrar fórmulas químicas pasados los 40 años, os cuento que tiene su mérito…

Hay muchísima información sobre la incidencia de los plásticos en nuestros mares y en nuestras vidas diarias, estudios sobre micro plásticos y su repercusión en la salud del planeta y los seres vivos que lo habitamos, pero más allá de los millones de toneladas, de las cifras concretas, lo que está claro es que tenemos un problema a nivel mundial.

El plástico se usa para todo, es barato y fácil de producir. En muchos aspectos de nuestras vidas es necesario y podemos hacer un uso razonable. Pero su utilización masiva especialmente en productos de usar y tirar, la dificultad de su reciclaje (este aspecto es otro mundo del que, si os parece, hablamos en otra ocasión), las grandes cantidades producidas y su lento proceso de degradación, convierten al plástico en un problema para los océanos, su fauna y, por supuesto, también para el ser humano. Imaginaos la cantidad de residuos que simplemente no existirían si en el ámbito doméstico nadie utilizáramos plásticos de un sólo uso.

Con esta base de cero plástico, pusimos en marcha los tres pilares en los que apoyar el crecimiento de Qarma.

Para empezar, priorizamos la utilización de ingredientes naturales, sin tóxicos que perjudicaran la salud de los nuestros y que no contaminaran el medio ambiente al usarlos. Se puede reducir la lista de ingredientes en las fórmulas para limpiar, y tampoco hay necesidad de componentes derivados del petróleo que, al eliminarse por los desagües de nuestros hogares, contaminan acuíferos y dificultan el trabajo de las depuradoras de aguas. Se puede limpiar sin ensuciar. Evitando tóxicos que esparcimos por nuestros salones, cocinas, dormitorios y baños sin darnos cuenta de las implicaciones que tienen en la salud de nuestras familias.

Naturales sí, y también eficaces. Nuestro segundo pilar: productos que funcionen y nos ayuden en las tareas de la casa. No sé vuestra experiencia con productos eco, pero la nuestra era, en general, decepcionante. Queríamos eficacia al mismo nivel que ecología, y por ello, hemos probado y vuelto a probar hasta que hemos conseguido los productos que nosotras mismas queremos utilizar en nuestras casas. Hacen el trabajo maravillosamente y nos ayudan en el cuidado del medio ambiente.

 Ya teníamos 2 de las 3 patas fundamentales de nuestro proyecto: Naturales y Eficaces.

La tercera cierra el círculo de nuestro proyecto y daba sentido a todo lo anterior: ¡hagámoslo fácil!

Buscamos que nuestros productos sean sencillos de usar, que sean cómodos de guardar porque ocupan poco espacio y lleguen cómodamente a vuestros hogares.

Reduciendo al máximo los envases, y por tanto los residuos, Qarma te llega en una caja de cartón reciclable en la que almacenar tus monodosis de lavadora, lavavajillas y multisuperficies. Abres tu caja, pones tu monodosis, una cap, en el tambor vacío de la lavadora y listo. Sin dosificaciones complicadas ni chorreo de detergente. En el lavavajillas, monodosis al cajetín y tu programa habitual. Para el multisuperficies, una cap en tu cubo de fregar para suelos o en una botella con medio litro de agua y ¡ya está!, desde cristales y espejos a sanitarios y otras superficies. Como os digo: fácil.

Y en el estruje cerebral de cómo hacerlo todavía más sencillo, pensamos que a nosotras nos sería muy cómodo si alguien se acordara de comprar por nosotras los productos de limpieza antes de que se nos terminaran, y nos lo llevara a casa. Este es el porqué de nuestro modelo de suscripción, para que cada 3 meses la despensa de estos productos se reponga de manera automática, con todo lo bueno que necesitas y nada de lo que te sobra: ni tóxicos, ni plásticos de un sólo uso, ni envases pesados con formas extrañas y difíciles de encajar en un simple armario de cocina.

Natural. Eficaz. Fácil

Nuestro objetivo es hacer muy sencillo elegir bien y que, de esta forma, seamos más los que tomamos buenas decisiones para nuestras familias y el planeta.

Todos los días hay empresas, asociaciones, personas anónimas que se deciden a cambiar algo que ayuda a mejorar la salud del planeta. Y esos gestos creemos que cuentan. El nacimiento de Qarma no es una solución milagrosa, pero si es nuestra manera de aportar para que otros puedan elegir mejores alternativas para sus hogares y el planeta, de forma sencilla y fácil.

¿Te apuntas?

Qarma: Good Choices, Made Easy.