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DIFERENCIAS ENTRE DEGRADABLE, BIODEGRADABLE Y COMPOSTABLE

publicado por LAURA MARIN el
Imagen de dos manos sujetando un montón de tierra entre ellas

Cuando Qarma comenzó a dar sus primeros pasos, mis amigos, hijos y otras especies sin identificar, me preguntaban sobre nuestro proyecto y surgían palabras que usábamos muy alegremente pero que no dominábamos. Son conceptos que se escuchan a diario en las noticias y redes sociales donde se confunde biodegradable con compostable, reciclable y reutilizable... Vamos a aclararlos porque, además, no es fácil abstraerse del mundo publicitario y su greenwashing (te cuento lo ecológicos que somos porque nuestro plástico ahora viene en un color verde que evoca una pradera en la bonita Irlanda -por ejemplo- en vez de hacer un cambio serio hacia la sostenibilidad)

Por eso he pensado que un repaso rápido a los conceptos claves nos ayuda a todos a saber dónde estamos y dónde nos gustaría estar con el tema del reciclado y los productos que usamos comúnmente en nuestros hogares. ¡Aquí vamos!

 

Empecemos por degradable, que simplemente significa que algo se rompe en partes más pequeñas. En principio, todo el plástico es degradable ya que se puede romper en trozos más pequeños, incluso polvo, pero sigue siendo plástico. Nada ha cambiado realmente, esa degradación es cuestión de años y aunque trozos más pequeños en principio deberían asimilarse más fácilmente por microorganismos, todavía no se sabe cuánto tiempo puede llevar este proceso, ni sus consecuencias. Resumiendo, el plástico, se queda plástico y su degradación sólo indica que puede descomponerse en trozos más pequeños que fácilmente acaban alrededor nuestro sin darnos cuenta, ya que son invisibles al ojo humano. Me apunto hablar otro día de los microplásticos, porque sobre esto queda mucho por comentar.

 

Entonces, ¿qué significa biodegradable? Un producto es biodegradable cuando se descompone de forma natural por organismos o microorganismos en un periodo de tiempo corto. En función del grado de humedad, oxígeno y temperatura se descomponen de forma más rápida o más lentamente, pero no deja residuos tóxicos en el ambiente como elementos químicos o gases. Básicamente “desaparece”. El grado de biodegradabilidad indica el tiempo en que el material tarda en descomponerse y éste, a su vez, está relacionado con las condiciones del ambiente: en un ambiente cálido, el material se degrada más fácilmente que en un ambiente frío. Es un proceso propio de la Naturaleza, en el que no participa el ser humano y por el que, una vez convertido el material en residuo, la Naturaleza puede transformarlo en nutrientes con el paso del tiempo.

 

Reciclable, entonces… ¿qué es? Los materiales reciclables son los que se pueden convertir, tras su uso, en otros materiales o productos en plantas especializadas, entrando en juego la acción del hombre. Diferenciemos con reciclado, es decir, un producto que se produjo con la materia prima de otro que ya se usó. Esta diferencia es fundamental, ya que no todos los materiales reciclables son aprovechados para darles una segunda vida. Entra aquí en juego el comportamiento de hogares y empresas en el proceso de reciclado, pero también la capacidad y tecnología de las plantas de reciclaje que hay funcionando.

 

Último concepto de hoy, compostable. El proceso de compostaje conlleva que los materiales desechados se puedan convertir, gracias a la acción del hombre, en abono orgánico (compost). En este proceso no interviene la Naturaleza, si no que se realiza a través de la acción del hombre, con maquinaria o plantas industriales que trabajan este proceso, incluso en hogares se puede llevar a cabo. Al intervenir el hombre, los tiempos se acortan y los plazos son más rápidos que los marcados por la Naturaleza al biodegradar de forma natural. Pero ojo, compostable significa que el producto se biodegrada dentro de una cierta cantidad de tiempo, bajo ciertas condiciones (de temperatura, luz, humedad…) que deben darse para que se produzca dicha descomposición. Si no se dan esas condiciones, el material puede no descomponerse o no hacerlo en el tiempo que estaba previsto.

 

La Unión Europea, está modificando y actualizando su normativa para generalizar el uso de materiales biodegradables y compostables. Por ejemplo, una bolsa que sea biodegradable debe cumplir la norma de la Unión Europea EN 13432, norma que garantiza que el material con el que está confeccionada la bolsa puede reciclarse por biodegradación. Esta norma europea, hace referencia a la degradabilidad del material, pero no se refiere a sus materias primas. Esto es importante porque, aunque los materiales de un embalaje tengan origen biológico (fabricados con biomateriales), esto no siempre significa que también sean biodegradables. Al utilizar bolsas o materiales de embalaje que cumplen la normativa EN13432, podemos estar seguros de que son compostables y tendrán por ello, un impacto menor en el medio ambiente.

Sobre la normativa de la UE, de cada uno de los países que la componemos y de cada una de las regiones, provincias, gobiernos locales… hay mucho que hablar. No todas las plantas de reciclaje funcionan igual, ni tienen las mismas capacidades ni tecnologías.

Yo quiero ver el panorama en positivo, es decir, la tecnología existe y se está mejorando, además se va actualizando la legislación, para conseguir el menor impacto posible con el mayor reciclado posible. Queda generalizar, que reciclar sea fácil y las empresas, organismos y gobiernos trabajen con las mismas premisas.

 

¿Mi conclusión? Cuanto menos plástico de un solo uso, mejor y siempre que se pueda, éste sea biodegradable según normativa UE. Pero tanto si hablamos de plásticos biodegradables como si son compostables, éstos no deberían arrojarse en la Naturaleza. Seguimos con la misma necesidad de recolectarlos y tratarlos adecuadamente. El plástico (y me vale para cualquier otro material creado por el ser humano), no debería abandonarse en el medio ambiente.

El primer paso, sin embargo, no es reciclar. Lo primero es reducir, y a partir de ahí: reutilizar, reutilizar y reutilizar. No solo envases, también ropa, menaje, muebles… Por eso son tan interesantes iniciativas como Wallapop, Vinted, Hibuymarket y muchas más. A ver si un día recopilamos iniciativas que nos den buenas ideas.

Mientras tanto, buenqarma!

 

Fuentes:

-greenpeace.org

-wwf.com

-ellenmacarthurfundation.org

-europarl.europa.eu

-paperwise.eu

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