COMO CUMPLIR LOS PROPÓSITOS PARA EL NUEVO AÑO
publicado por LAURA MARIN el¿Tenéis hechos los clásicos propósitos para el 2023? Todos los años tendemos a aprovechar el comienzo de un nuevo año para empezar de cero. Parece más fácil justo en este momento, como una hoja en blanco donde plasmar objetivos, ilusiones y proyectos que ahora sí sacaremos adelante.
Emocionarse con estas ilusiones y proyectos es fantástico pero la mayoría confesamos que, a lo largo del año, todos esos buenos propósitos y determinaciones se van diluyendo y sin saber muy bien cómo, nos encontramos de nuevo al final de otro año con la lista a medio cumplir (y eso si ha habido algo de suerte...).
Y me pregunto, ¿por qué nos cuesta tanto cumplir con lo que, en un momento dado, nos parecía necesario cambiar o incorporar en nuestra vida? Esos propósitos que fijamos con ilusión y hasta entusiasmo, ¿dejan de ser importantes y de tener el peso que les dábamos solo unos meses antes? Bien, parece ser que planeamos poco, fijamos objetivos poco realistas y, además, se nos olvida marcar la ruta que deberemos seguir si queremos cumplir esos objetivos 🤔
Si este año queremos cumplir nuestros propósitos habrá que hacer algo diferente a lo que llevamos haciendo hasta ahora. Como decía Einstein, "si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Aquí van unos consejos que me he propuesto seguir para conseguir cumplir mis propósitos.
Lo primero es fijarse unas metas realistas, no fijarnos objetivos que no dependen de nosotros y que, por tanto, serán difíciles de cumplir y nos crearán frustración y sensación de falta de control.
Igual de importante es fijarnos pequeños objetivos que nos ayuden a cumplir esas metas. Escribir en nuestras agendas, de papel o electrónicas, avisos mensuales o trimestrales que nos ayuden a chequear el cumplimiento de los pequeños pasos que nos llevan a conseguir nuestra meta final. El tema de ponerlo por escrito y no solo pensarlo, el llevar la idea a un formato al que se pueda volver para revisar, supone "aterrizar" esas ideas. Nuestros pensamientos, deseos e ilusiones quedan, ya solo por eso, más cerca de nuestro alcance (está probado que nuestro cerebro fija mejor, retiene más, al escribir).
Algo que resulta de gran ayuda es compartir los objetivos, con amigos, pareja o familia, para no sentirnos solos y tener un Pepito Grillo que nos recuerde nuestras metas y el valor que les dábamos en enero.
Yo añadiría reducir los propósitos a un número razonable para que sea factible llevarlos a buen puerto. Este año en mi lista hay 3, prometo en diciembre del 2023 confesar, a quien me pregunte, si he conseguido cumplirlos.
Añado que no cumplir nuestros objetivos cuando es fruto de una reflexión propia, de un cambio de circunstancias o porque nuestros intereses han cambiado, no es un fracaso ni un síntoma de que no somos constantes. Es el "recalculando" necesario que hacemos y que nos trae la propia vida. Tan importante es ser fiel a lo que uno cree y quiere, como saber cambiar la lista de prioridades y adaptarla a nuestras circunstancias y necesidades del momento.
A raíz de estas reflexiones, os propongo 3 hábitos para cumplir a lo largo del 2023 con el objetivo de ser más sostenibles y con las características que nos gustan en Qarma: que sean fáciles de aplicar en el día a día, naturales y eficaces, es decir, que de verdad aporten una diferencia.
El primero: llevar siempre una bolsa de tela con nosotros (en el bolso, en el coche, en la mochila...) pero siempre, ¡siempre! hasta de vacaciones. Cuántas veces se termina comprando una bolsa de plástico porque nos olvidamos de las reutilizables en casa... Acabemos con las dichosas bolsas de plástico. A los avanzados que ya hacen esto: incluir el propósito de llevar bolsas propias para las cosas que compramos a granel como frutas y verduras. Os aseguro que es fácil de conseguir y si nadie usáramos bolsas de plástico... el beneficio sería claro y contundente.
El segundo: ni una botella de plástico más. Nuestra propia botella reutilizable para la oficina, para la salida al parque con los niños, para el viaje en coche, etc. Es tan innecesario comprar un recipiente plástico que utilizamos por escasos minutos... Versión para los más avanzados: llevar tu recipiente para el café/té en la oficina o para esos cafés/té que compramos para ir tomando por la calle.
El tercero: separar los residuos orgánicos del resto de basura en casa. Es verdad que no en todos los municipios de España se ofrece el servicio de recoger por separado los residuos orgánicos, pero cada vez hay más, y cuanto más común resulte y más demanda exista, será más corriente. Los residuos orgánicos se descomponen de forma natural por la acción de bacterias y microrganismos, pero también suponen una alta contaminación por emisiones de metano si no son tratados adecuadamente, además de generar problemas de contaminación de aguas por filtraciones y mala gestión de los vertederos. ¿Os animáis?
Uno adicional para el que ya haga todos estos y necesite otra idea, o para el que le vayan los retos fuertes y tres sean pocos: dar una oportunidad a una nueva marca sostenible, de cualquier producto cotidiano y dar el cambiazo. De un producto convencional a uno que lucha por la conservación del planeta. Puede ser pasarse al champú sólido, al dentífrico en pastillas, cepillo de madera, o algún buen producto de limpieza del hogar como Qarma (cierto, aquí estoy barriendo para casa). Doble punto para el que consiga ser un embajador del cambio e involucre a un amigo, conocido o familiar en alguno de los cambios sostenibles.
Al fin y al cabo, cuando la recomendación viene de un conocido siempre le damos más valor, usemos nuestro súper poder de consumidor satisfecho de productos sostenibles.
Ojalá todos vuestros propósitos para el 2023 se cumplan y quizá sea algo más fácil llevarlos a cabo después de leer este blog. ¡Feliz año!
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